Hace unos días se acercó conmigo
una chica de 20 años. Al verla, noto que tiene moretones en los brazos y cara y
en la pantorrilla tenía una venda. Me comenta que su pareja la golpea desde
hace 2 años, pero que “esta vez sí se pasó”, me dice que tiene la venda en la
pierna porque le da pena que la gente vea lo que hay ahí, pues su pareja, en
esta última pelea, le enterró un tenedor…
La historia que ella vivió es muy similar a la que viven millones de mujeres día a día
Actualmente la violencia de
género ha ido en aumento, y cada vez a edad más cortas.
La violencia de género es
gradual, empieza de un modo sutil, y siempre después de una primera fase de la
relación donde todo ha sido “increíble”, momentos llenos de demostraciones de
cariño. Después de crear ese escenario, se empieza a dar cada vez de manera
menos sutil, repetitiva y más grave.
Al decir que inicia de manera
sutil, me refiero a que puede empezar con un “¿así vas a salir vestida?”, y
existen muchos casos en los que el final de la historia fue fatal.
La violencia de género comienza
con una acumulación de tensión, en donde la persona que ejerce la violencia se
enoja por cualquier comportamiento que tenga su pareja, se muestra con gran
tensión y se enoja fácilmente.
En muchos casos, cuando la pareja
trata de saber qué es lo que ha ocasionado el enojo, esto ocasiona más enojo en
quien ejerce la violencia, que ve a la otra persona como “empalagosa”
Después de haber querido terminar
con el enojo de la pareja, existe una culpabilidad por parte de quien recibe la
violencia, pues cree fielmente que ha ocasionado que su pareja se enojara, lo que
servirá únicamente para reforzar la conducta violenta de la otra persona.
Progresivamente estas conductas
comienzan a ser más graves, si el hecho de enojarse no es suficiente, quien
ejerce la violencia entrará en una fase de violencia verbal y física.
En esta etapa puede insultar,
golpear, romper objetos, etc…
Al finalizar estos
comportamientos violentos, quien recibió la violencia cree que “merecía” lo que
sucedió, y en muchos casos, quien ejerce la violencia podrá decir “tú
provocaste que te pegara”.
Después de esto, hay una etapa
donde el agresor se siente muy arrepentido, pide disculpas, promete cambiar y
que “no volverá a pasar”.
En el caso con el que inicié,
esto sucedía un día después de cada suceso violento. Comenta la chica que él le
mandaba mensajes, le decía que lo perdonara, que no quería hacerlo, etc.
Al hacer esto, a quien es
agredido, le surge una ilusión, cree que su pareja cambiará y que realmente no habrá
nuevamente actos de violencia.
El agresor realmente cambia, pero
sólo por unos días, pues tiene que ganarse nuevamente el cariño de su pareja
Ahora, que el agresor ya ha
recuperado el cariño de su pareja, ya no tiene que seguir luchando por este cariño,
entonces comienza de nueva la irritabilidad, la tensión, los enojos y, por
ende, los gritos y golpes.
Este es sólo uno de muchos casos
que existen, y por eso aquí te dejo algunos indicios de violencia, para que puedas
detectar si hay algo en t relación que pueda generar conductas violentas.
- Controla lo que haces, quiere explicaciones por todo.
- Revisa tu teléfono celular
- Te prohíbe utilizar cierto tipo de ropa
- Quiere saber con lujo de detalles a dónde vas, dónde estuviste y con quién
- Te llama continuamente para saber qué estás haciendo o pasa por tu casa o por donde estés.
- Hace escándalos en público o en privado por lo que tú u otras personas dijeron o hicieron.
- Te suele dejar “plantada”, sin dar explicaciones.
- Te culpa todo lo que sucede en su relación y te convence de que es así
- No te pide disculpas por nada.
- Te compara con otras personas, humillándote. "Si te parecieras a..."; "Por lo menos mengana hace las cosas bien y no como tú…"
- Amenaza con abandonarte si no haces todo lo que quiere.
- Te hace sentir inferior.
- Es poco sociable, es desconsiderado con tu familia y amistades.
- Decide por su cuenta, sin consultar ni pedir tu opinión, ni siquiera en cosas que deberías decidir tú
- Exagera tus defectos.
- Puede dejar de hablarte algunos días
- Se muestra protector. "Yo sé lo que es bueno para ti” “quiero lo mejor para ti” “lo hago por tu bien”.
“Si la ves, si la oyes, si la
sufres, no te calles, denuncia”.
Hasta la próxima semana!
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